Tres soles me has dado en un momento y solo uno te había yo pedido;
Has bajado hasta mí tu firmamento y, sin subir, el cielo lo he tenido.
Te habías de volver y te has venido, por tres veces para mi contento;
Aquí me tienes ante ti rendido latiendo firme en mí tu sentimiento.
Has traído contigo un aura pura y todo su fulgor me has entregado,
Tú misma fuiste aura derramado: luz del hoy, del ayer y del futuro…
¡Tres claros soles de un caudal seguro dejándome por siempre iluminado!
(Juan Manuel Naveros Burgos)
(Juan Manuel Naveros Burgos)