lunes, 20 de diciembre de 2010

CARTA A TI



Es en la tarde azul y transparente que tu nombre me llega con la ola,
Frente a la mar que besa mansamente la dulce orilla adormecida y sola.
Sentado estoy en la arena de la playa.
Tu nombre escribo y borro con la mano…
No es de la ola que llegar ensaya lo que es dominio del sentir humano.
En mi pecho tu nombre tengo escrito con letras imposibles de borrar.
Es un tatuaje tan hondo y exquisito que no duele el tenerlo que llevar.
Es en la tarde azul. Tu imagen vuelve.
Y siento junto a mí la brisa fina…
Alargo el diestro brazo y lo devuelve el vacío cruel que se adivina.
…..
(Juan Manuel Naveros Burgos, “Tierra Marina")

viernes, 17 de diciembre de 2010

CARACOLAS


El sonido de las caracolas es nuestro medio de llamarnos en el mar, no hace falta que llegue a todos los rincones, basta con que lo escuche la sirena más próxima, para que esta tome su caracola y repita el sonido, que así, se esparce en derredor como un eco.

Como ondas concéntricas al primer sonido se suceden, más y más interpretes en el mar reverberando el primer clamor, terminando en un estruendo final y consiguiendo reunir a la llamada a toda nuestra gente.

sábado, 11 de diciembre de 2010

EL CUENTO DE LA "VERSIÓN OFICIAL"



Cuentan, que cerca del principio de los tiempos vivió una sirena que se llamaba Ayesha, había sido elegida favorita entre las sirenas y dirigía con mucha rigidez a todos, no permitía que las normas se cambiaran en nada, todo debía permanecer como siempre había sido, ya entonces, pensaba que cualquier cambio podía perturbar nuestra seguridad como seres vivos supervivientes después de nuestra primera escapada de la persecución de los hombres.
Así, todo transcurría como un gran bucle en el tiempo, ya que cada ritual vital para nuestro pueblo era repetido una y otra vez como un ritmo musical, en las épocas marinas y las secas.
Nada de acercarse a las rocas, nada de nadar cerca de seres terrestres, solo nuestra cueva y las reuniones en la profundidad.
Justo en esa época de prohibición fue cuando más sirenas sintieron la necesidad de emerger cerca de las costas, y cuando más peligro corrimos como pueblo, era agradable, como ahora, transgredir lo no permitido, sentir la tensión de no ser descubiertas, de acercarnos hasta casi sentir el calor del peligro y poder huir de él a tiempo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

INQUIETUD



Nerviosa golondrina que por la mar vuelas,
Buscando entre las olas tu codiciada presa.
Dime si alguna vez viste la isla de las sirenas?...
Si has oído sus cantares, si en aquel ensueño vuelas?...
Préstame tus raudas alas para velar yo con ellas
Adonde mi amor me envía y su canto me enajena.
Ese rumor de la mar, que en el azul me espera,
¡el dulce cantar que viene de la voz de mi sirena!
(Juan Manuel Naveros Burgos, "Tierra Marina")

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Canto de los espíritus sobre las olas

"El alma humana se parece a las olas: viene del cielo, sube al cielo, luego de nuevo baja a la tierra, y así va pasando eternamente de la tierra al cielo y del cielo a la tierra.
El raudal de la ola cuando se precipita de los altos flancos a la escarpada roca, cae en gracioso polvo, en nevada espuma sobre las pulidas peñas y, facilmente acogido, baja apacible, en dulce murmullo, al fondo del valle.
Bloques de piedra se oponen a su curso. La onda impaciente se deshace en espuma y se precipita por la pendiente hacia el abismo.
Sobre el lecho plano serpentea por el valle florido y en el cristal de sus aguas miran su rostro las estrellas. 
El viento es el galán amante de la onda; el vieno agita en sus profundidades las olas espumosas.
¡Alma del hombre, cómo te pareces a las olas! ¡Destino del hombre, cómo te pareces al viento!
( Goethe, "Oda de sus Poesias Líricas")
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