“Quien ha bebido el agua del Nilo no puede
apagar la sed con otra”
(Sinuhe el egipcio, de Mika Waltari)
El Nilo, tal vez, es una mujer perversa que
crea la necesidad de seguirla, aunque sea a la perdición que junto a ella es
atractiva, porque lejos de su lado nada tiene sentido.
“Que yo salude a la Señora de la Tierra que
está en su Palacio
y ojalá yo escuche las órdenes de sus
hijos.
Entonces rejuvenecerá mi cuerpo
el cual ha caído en la vejez y la
enfermedad me atrapó.
Mis ojos están pesados y mis brazos
débiles.
Mis pies rehuyen seguir, el corazón está
cansado.
Me aproximo a la partida.
Ojalá ellos me conduzcan hacia la ciudad de
la eternidad.
Yo serviré a la Señora de todo.
Entonces ella me dirá lo que agrada a sus
hijos
Ella traerá la eternidad para mi…”
(Cuento de Sinuhe, -B161-B165- traducción
de Pedro M. Gómez)
Nefernefer....que gran nombre para un río. Me gusta más que Nilo, pero claro, todo son gustos!
ResponderEliminarBesos sirena
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