Bella soy, oh mortales, como un sueño de piedra,
mi seno, en el que unos y otros se nutrieron,
se hizo para inspirar el amor al poeta,
un sueño silencioso, cual la materia eterno.
Esfinge incomprendida, es el azul mi trono;
tiene mi alma de nieve la blancura del cisne;
odio los movimientos que destruyen las líneas,
mi corazón no llora jamás ni jamás ríe.
Los poetas, mirando mis grandes actitudes,
que yo doy a los más hermosos monumentos,
dedican los estudios de sus mejores días.
Los fascino y les hago mis dóciles amantes,
con el espejo de las bellas realidades
que en mis profundos ojos eternamente brillan.
Que revelantes versos, para venir de un poeta maldito no esta nada mal, verdad?
ResponderEliminarMe encanta Baudelaire!
Besos
Coincidimos en muchas cosas Baruk, supongo que en francés deben ser versos mucho más perfectos que traducidos, pero tienen mucha fuerza, Muchos Besos
ResponderEliminar