Tocar la arena descalza, sentir toda la fuerza de las corrientes subterráneas en los pies, es una emoción que busco a menudo, nuestra parte más artificial, la que debemos adaptar al salir del mar, son los pies, tener que llevar zapatos es algo que quisiéramos evitar, sentirnos apartadas de la naturaleza y su vibración, sin comunicación con el verdadero suelo, nos produce mucho malestar, a veces incluso dolor, hasta que despojadas de zapatos paseamos por una playa y recordamos las músicas de la tierra.
Los pies descalzos, desnudos, son símbolo de libertad de cualquier contingencia temporal.
ResponderEliminarDescálzate y siente, pues, la música del Zapillo, de nuestro Cabito, de Mónsul, Genoveses, Playa de los Muertos...
Saludos
Saludos Malvís, gracias por el comentario, pronto hará tiempo de pasear por las playas que decís en la noche de San Juan,
ResponderEliminarCarlota