ITINERANTE

SI, DE VERDAD, VIVÍ en otra vida
y todo se quedó en el olvido:
¿cómo yo de mi misma he venido
sin señales dejar de mi venida?

De nuevo estoy pendiente de la ida
tras de haber mi pasado interrumpido,
sin saber ni siquiera lo que he sido
en mi edad anterior desconocida.

Libre vuelvo otra vez adonde vine,
dejándome sin pena mi bagaje,
para esperar a que se me destine
y cambiarme, desnuda, de mi traje...
¡Aunque nunca jamás mi andar termine
y esté, sin descansar, siempre de viaje!


(Juan Manuel Naveros Burgos, "Poma")

DEYANIRA

“A la flor es a lo que tira el corazón, a lo demás lo va dejando” (Sófocles, “Las Traquinias”)

Por suerte no soy la pobre Deyanira, por mí no pasa el tiempo, nunca me comparo con la juvenil novia del hombre que me amó joven y ahora añora más juventud y locura, cuando mi aspecto cambia solo con sumergirme en el mar recupero el esplendor, el agua devuelve a mi piel todos sus encantos, o al menos aquellas cualidades que tanto admira el hombre, a veces cambio, pero solo como un vestido mi imagen parece otra, y dentro en mi núcleo soy yo, una sirena, llena de mar y espuma.

THE MERMAID

Pero por la noche me imaginaría lejos, lejos,
dejaría que cayera a los lados mi cascada de rizos,
saltaría con ligereza sobre el trono y jugaría
con los tritones entre las rocas;
correríamos de aquí para allá, escondiéndonos y buscándonos
sobre los altos y ondulados terrenos marinos en las conchas carmesí,
cuyas plateadas puntas se asoman al mar.
Pero si alguien se acerca gritaré
y como una ola saltaré desde las diamantinas cornisas
que sobresalen de la hondonada.
Porque a mí no me besaría cualquiera de los atrevidos y
alegres tritones del fondo del mar;
ellos me seguirían y me cortejarían y me halagarían
en el púrpura crepúsculo del fondo del mar...

(Alfred Tennyson)